HISTORIA DE CHOCOLATES “HELENA” Y LA HISTORIA DE LA EMPRESA “RENZO COSTA”

HISTORIA DE CHOCOLATES “HELENA”
Chocotejas y tejas muy ricas - Opiniones sobre Helena Chocolates ...

 Los chocolates Helena son muy conocidos en nuestro medio y tienen más de 36 años de trayectoria en el mercado. La especialidad de esta marca son las chocotejas, inspiradas en las tejas iqueñas —cuya antigüedad rebasa los 100 años— que se preparaban con manjar y frutas almibaradas.

A poco más de 320 kilómetros de Lima se encuentra Ica, cuna del pisco pero también de populares dulces como las tejas y chocotejas. En la ciudad no son pocas las casas reposteras encargadas de su elaboración. Sin embargo, dos de ellas destacan por sobre el resto: “Sra. Buendía” y “Helena”, esta última con una historia particular, llena de azúcar, manjar y chocolate.

Con una vida hecha y luego de dar a luz a su séptimo hijo, Elena Soler de Panizo decidió darle un mayor sentido a su vida. Animada por su esposo Jorge, se inició en la repostería, en la “repostería fina”, dice. Para ese entonces, sus creaciones ya eran harto conocidas en las reuniones familiares y se preguntó: “¿por qué no las vendo?”

Empezó con los toffees y luego vendría su famoso ‘pecanroll’ (un enrollado de chocolate, pecanas y toffe). En ese entonces su cocina se había convertido en un pequeño taller. “No había necesidad económica, lo mío pasaba por un tema de escasez de cosas finas, de dulces, etcétera”.

Lo suyo no quedaba en la preparación, también incluía detalles, “finura”, exclusividad, en resumen una presentación impecable. Ya con una pequeña fábrica, el negocio sí que se volvió familiar, sus hijos metían la mano, se encargaban de envolver los dulces y pronto el negocio fue tomando más forma.

Elena recuerda con mucho amor a su esposo, su mayor fuerza e inspiración. “Él comprendió mucho mi trabajo y fue el que me motivó a empezar esto”. Sin embargo, el encanto por los dulces llegó antes, cuando era una niña. “Tenía una vecina a la que llamaba tía y gracias a ella conocí el olor, el sabor, las sensaciones del chocolate”.

Elena Soler y la Invención de las Chocotejas – SUMAQ

“Cuando viajé a Estados Unidos me informé más, compré libros, traje envases, y así se inició esta industria”. Hoy las tejas y chocotejas se han convertido en imagen de Helena. Sin embargo, los dulces que se fabrican en sus talleres son más: trufas, coconuts, bombones y una “mezcla Bendita” de pisco y chocolate.

Elena es también una aficionada al canto y durante estos años ha compartido la repostería con la música, incluso grabó un disco con una compilación de boleros. Armando Manzanero es uno de sus referentes otro de ellos es Raphael, a quien Elena tuvo la oportunidad de cantarle en su propia casa.

Hoy Helena es una marca de exportación. Chile y Estados Unidos, disfrutan de su sabor e incluso en los aires también se comen tejas (desde hace un tiempo sus dulces son repartidos en los vuelos de una conocida aerolínea). Pese a ello y a la fama conseguida, la señora Soler se describe solo como una fanática de la repostería fina.

A pesar de la entrada de los chocolates importados nunca se rindió. Incluso la implementación de la línea de chocotejas -incluyendo las especiales, cuyos sabores son la cereza, la frambuesa, entre otros manjares-, le permitió facturar en el año 2008 más de 1,5 millones de dólares. Así, Helena se consolidó como el principal exportador de chocolates gourmet a Estados Unidos.


LA HISTORIA DE LA EMPRESA “RENZO COSTA”
Renzo Costa: Historia de una familia | Renzo Costa

La historia se escribe a partir de experiencias. Experiencias que se viven y se comparten, experiencias que inspiran y traen grandes lecciones. En Renzo Costa quisimos recoger la historia de nuestra marca —que paso a paso y a lo largo de más de cuarenta años ha hecho realidad un sueño— y compartirla con todos en un libro. Quisimos también que este libro tuviera un fin solidario y donar lo recaudado de la venta a una buena causa.

Fue así que nació Historia de una familia, una publicación que narra cómo el esfuerzo y la unión en torno a un ideal hicieron que, pese a las dificultades, un emprendimiento familiar se convirtiera en una exitosa marca 100 % peruana, con más de 50 puntos de venta en todo el país en donde hoy se ofrecen calidad, belleza y diseño en artículos de cuero. Además, brinda trabajo a un extenso grupo de artesanos y profesionales.

Renzo Costa: el gigante peruano

Nuestra intención, además, fue que el libro ayudara a otros a cumplir sus sueños, por eso decidimos donar las ganancias de su venta al equipo nacional de Olimpiadas Especiales. Los S/. 10 que cuesta Historia de una familia —que puedes encontrar en las tiendas Renzo Costa— serán destinados a apoyar a los entusiastas atletas peruanos con habilidades diferentes. Recordemos que la delegación nacional obtuvo en las pasadas Olimpiadas Especiales Los Ángeles 2015 nada menos que 38 medallas para el Perú.

Como todas las historias y los grandes sueños, la marca Renzo Costa empezó a gestarse con un recuerdo, un sueño. Un día, su fundadora, Marina Bustamante, buscaba un cinturón y de pronto percibió el olor del cuero, un aroma que la transportó a su infancia y fue la semilla de un sueño que poco después construyó.

Aquella anécdota fue la que dio origen a la “pasión por los cueros” y motivó la creación de Renzo Costa: “El olfato es el sentido que mejor memoria tiene y fue precisamente el recuerdo de una infancia feliz, con paisajes líricos e inspiradores, lo que me llevó a acercarme a los locales que encontré en el Centro de Lima”, relata Marina Bustamante. Fue así que, buscando materiales en los comercios especializados en cueros del Centro Histórico de nuestra capital, se fue forjando lo que hoy es nuestra empresa.

Y como es lógico, la historia tiene también momentos difíciles y complicados, pero que lejos de desalentar, fortalecen como, por ejemplo, el devastador fenómeno de El Niño del año 1997, que con sus altas temperaturas afectó la demanda de productos de cuero en la capital y la costa. Sabiendo cómo ver oportunidades en los problemas, a iniciativa de José Cabanillas, actual gerente comercial de Renzo Costa, volvimos nuestros ojos a las ciudades del interior ubicadas en las zonas más frías del país. Fue así que nuestras casacas se lucieron en grandes exhibiciones-venta en hoteles de provincias, conquistando nuevos mercados y clientes satisfechos.

Esta difícil coyuntura hizo también que le diéramos un especial impulso a la producción de billeteras, combinando su lado funcional y utilitario con excelente diseño y variedad de colores y materiales, lo que las ha convertido en un producto estrella.


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